Seguro que alguna vez has pasado por una calle con nombre curioso y has pensado: “¿Y si pusieran la mía?”. En Madrid no es ciencia ficción: puedes proponerlo, aunque hay que pasar por tres requisitos muy claros y un recorrido administrativo con su puntito de papeleo. Las solicitudes suelen partir de familiares que quieren recordar a alguien: “Suelen hacerlo los familiares de personas fallecidas para rendirles tributo”.
No es casualidad que exista la calle Volver a Empezar, en honor a la película con la que José Luis Garci ganó el Oscar, con el Retiro como corazón sentimental. Y atención: el callejero madrileño es una enciclopedia viva con 9.351 vías y 61.174 placas, donde caben científicos, ciudades, animales y también guiños populares como Salsipuedes, Amor Hermoso, Tintín y Milú o Válgame Dios.
¿Quién puede proponer un nombre de calle en Madrid y cómo se inicia el trámite?
La ordenanza reguladora de la Denominación y Rotulación de Vías y Espacios Urbanos de 2013 abre la puerta a particulares, grupos políticos, instituciones y asociaciones. Por tanto, quien lo desee puede presentar su propuesta ante la Junta de Distrito, siempre que cumpla las condiciones fijadas en la normativa. En la práctica, el Ayuntamiento recibe un goteo constante de solicitudes: “Cada semana recibimos dos peticiones”, y muchas llegan de familias que buscan rendir homenaje a un ser querido.
El procedimiento no tiene mucha vuelta de hoja, pero sí fases encadenadas. Para que no te pierdas, aquí va el recorrido básico resumido, tal y como lo describe el área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.
- Prepara una propuesta justificada: explica con razones los méritos personales y profesionales que respaldan el nombre elegido.
- Presenta la solicitud en la Junta de Distrito: es el órgano que recibe formalmente las propuestas.
- Dictamen del área de Cultura: emite un juicio positivo o negativo y lo eleva a una Comisión.
- Comprobaciones históricas y técnicas: la Comisión contrasta la propuesta con los Cronistas de la Villa y con Planimetría para asegurar que el nombre no está repetido ni se confunde con otros.
- Votación final: a través de la Secretaría General Técnica, el expediente pasa a la Junta de Gobierno para su decisión definitiva.
En palabras del área de Cultura: “Posteriormente, el área de Cultura emitirá un juicio positivo o negativo que enviará a una Comisión. Esta se encargará de contrastarla con los Cronistas de la Villa y con Planimetría para comprobar que el nombre no está repetido y no se confunde con otros. Superado el trámite, a través de la Secretaría General Técnica, se trasladará la documentación correspondiente a la Junta de Gobierno para proceder a la votación final”.
¿Cuáles son los tres requisitos según la ordenanza de 2013?
Lo primero es el criterio de limpieza y claridad del nombre. La norma es tajante: “No podrán utilizarse nombres que puedan inducir a error, sean malsonantes, provoquen hilaridad o resulten discriminatorios”. Es decir, nada de ocurrencias que puedan llevar a confusión, sonar mal o faltar al respeto. Además, al enviar la propuesta a la Junta de Distrito hay que justificar “razonadamente” por qué ese nombre merece estar en el callejero, poniendo en valor los méritos personales y profesionales de la persona o la referencia elegida.
Cuando surge una calle nueva y no existen peticiones, las Juntas Municipales formulan las propuestas teniendo en cuenta las vías aledañas. De ahí que haya barrios con temática clara: en el de los Metales, en Arganzuela, los nombres giran en torno a ese hilo conductor (Granito, Hierro, Cobre, Rodio, Antracita…). Si una vía atraviesa varios distritos, la iniciativa para proponer el nombre corresponde al más cercano a la Puerta del Sol; eso sí, el nombre tiene que aprobarse en cada uno de los plenos implicados. Si alguna de esas aprobaciones falla, la denominación se descarta.
En Madrid conviven la calle del Desengaño, del Espíritu Santo, del Pez, de las Tres Cruces o de Rompelanzas, con homenajes a figuras como Rosalía de Castro, Manuel de Falla, Gloria Fuertes, Beatriz Galindo o Severo Ochoa. Desde el área de Cultura lo resumen así: “No hay prohibiciones como tal, pero se buscan personalidades que merezcan este reconocimiento”. Esta y otras noticias de interés para los madrileños se publican diariamente en nuestra sección de actualidad.