Acorde a la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular que ha entrado vigor este jueves 10 de abril, los ayuntamientos de los municipios que tengan más de 5.000 habitantes deberán modificar el cálculo y la aplicación de residuos. La ley que se aprobó hace tres años, entra en vigor ahora porque en el texto legislativo se otorgaba el plazo de tres años para que los ayuntamientos fijasen un importe de acuerdo a sus necesidades de gestión de los residuos. El caso de la ciudad de Madrid se complica debido a que hay 21 distritos que engloban a los 131 barrios y cuyas recogidas de basuras las realizan diferentes empresas.
El marco regulatorio de la nueva tasa de basuras municipal
Durante los próximos meses comenzarán a llegar las cartas de pago de la nueva tasa de basura a los hogares de Madrid y a partir de 2026 este recibo se podrá domiciliar. Esta tasa de basuras tiene como objetivo ajustar la financiación de los servicios de recogida y gestión de los residuos a las necesidades actuales, especialmente de las grandes urbes o de municipios con más de 5.000 habitantes en los que el tratamiento de los residuos es más arduo y complejo.
La ley va acorde a las exigencias de la Unión Europea siguiendo la agenda sostenible planteada durante los últimos años y que obliga a sus países miembros a que alcancen el 55% de reutilización y reciclaje de los residuos producidos para este 2025. Este porcentaje deberá de ascender hasta el 65% para 2035. Esto provocará un aumento de gasto en el impuesto de basuras en la mayoría de los hogares españoles, algo que ha suscitado mucho debate desde sectores de la población así como a nivel político. Actualmente, existen grandes diferencias en cuanto a las cuantías que se pagan por esta tasa en unas ciudades y en otras.
Así se calcula la nueva tasa de basuras en la capital
Para calcular la nueva tasa, habrá que tener en cuenta varios parámetros. Para empezar, existirán unos costes fijos y unos costes variables, y su suma será el pago total de la tasa. Por lo que estos factores serán: el pago de una tarifa básica, que se establecerá en función del valor catastral de las viviendas y el número de viviendas.
Y en la parte variable existe una tasa por generación, que se calculará teniendo en cuenta el número de personas por cada vivienda y la cantidad en kilos que se producen por barrio, así se calculará una media de kilogramos de basura producida por cada habitante al año. Además, en la parte variable también habrá que aplicar un coeficiente de calidad, que se trata de un coeficiente corrector que se aplicará en función de si se recicla más o menos. La idea de esto último es fomentar el reciclaje, especialmente en aquellas zonas y barrios que hoy en día tienen un bajo porcentaje de reciclaje.
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