A veces, lo más sencillo del neceser acaba convirtiéndose en el truco estrella de la temporada. Este año, medio TikTok se ha puesto de acuerdo en algo: basta con untarse vaselina antes de dormir para amanecer con la cara de porcelana. La práctica se llama slugging y, aunque suena a ciencia ficción, no hay más que cubrir el rostro con un producto oclusivo para que la humedad no se escape. En Corea la técnica es tan vieja como ver K-dramas para dormir, pero en España ha explotado ahora, quizá porque un tarro de vaselina está en casi todos los baños. ¿Funciona realmente o solo es otro reto viral que durará lo que dura un selfie? Vamos a verlo con calma y la piel limpia.
¿Qué es el slugging y por qué todo el mundo habla de él?
Para entender el fenómeno, primero hay que quitarle el disfraz: el slugging consiste en sellar la piel con vaselina justo después de la rutina nocturna de limpieza e hidratación. Nada más. La capa oclusiva evita que el agua se evapore y, por tanto, mantiene el cutis jugoso mientras dormimos. Esa sencillez lo ha catapultado: cientos de usuarios presumen en redes de haber despedido la tirantez y las pielecillas secas de una noche para otra.
Por otro lado, el boca‑oreja digital ha hecho el resto. Personas con acné aseguran que las rojeces han bajado; otras, con manos agrietadas, dicen que por fin pueden girar un pomo sin ver las estrellas. De paso, los dermatólogos recuerdan que llevan décadas utilizando vaselina para afecciones como la psoriasis, lo que añade un punto de credibilidad al furor viral.
¿Cómo se hace paso a paso?
Dormir mientras la vaselina hace de escudo suena tentador, pero ojo: hay un orden mínimo para que la jugada salga bien.
- Limpieza. Retira maquillaje, grasa y suciedad con tu limpiador habitual; la vaselina sobre impurezas solo atrapará problemas.
- Hidratación. Aplica tu crema o sérum favorito; el oclusivo actuará como tapa y potenciará su efecto.
- Sellado. Con la piel aún “jugosa”, extiende una película fina de vaselina. No hace falta parecer un farol.
- Descanso. A la cama y a soñar; el producto trabaja mientras tú cuentas ovejas.
- Aclarado matinal. Al despertar, lava el rostro con agua templada para que no queden restos.
Una vez completados estos pasos, la teoría dice que notarás la piel más elástica y sin descamaciones. De ahí que muchas personas lo reserven para noches puntuales de “emergencia dermatológica” en lugar de hacerlo a diario.
Beneficios: de la sequedad al brillo en una sola noche
La vaselina contiene aceites minerales, ceras microcristalinas y parafina capaces de construir una barrera que impide la pérdida de agua transepidérmica. Por tanto, la sensación de tirantez del rostro (y también de codos, manos o labios) se reduce de forma notable. Además, sus propiedades ayudan en la cicatrización de pequeñas fisuras, algo crucial cuando el viento deja la piel “a cuadros”.
El doctor Kenneth Mark, experto en dermatología estética, subraya que el método puede transformar la piel casi de la noche a la mañana. No inventa la pólvora: en las consultas se lleva utilizando años para reforzar tratamientos contra patologías como la psoriasis, lo que demuestra que estamos ante un remedio de sobra conocido, solo que ahora con nombre pegadizo y bailecito en redes.
¿A quién no le conviene y por qué?
Por tentador que suene, no es para todos. Si tu piel es grasa o tienes tendencia a puntos negros, sellarla con vaselina puede ser como ponerle un candado al poro: la grasa queda atrapada y aparecen comedones y brotes de acné. En cambio, las pieles secas o castigadas por el frío sí pueden beneficiarse de este empujón extra de hidratación en momentos puntuales.
Asimismo, cualquier persona con dermatitis, rosácea u otra condición cutánea debería probar primero en un área pequeña y, de ser posible, consultar a su dermatólogo. El slugging no sustituye tratamientos médicos ni es una excusa para saltarse la limpieza matinal: si la vaselina no se retira bien, la jugada puede salir rana.