Las cálidas aguas del Mediterráneo, que invitan al baño durante los meses estivales, se han visto ensombrecidas por la proliferación del gusano de fuego. Esta especie marina, conocida por sus brillantes colores y su potente veneno, ha obligado a izar la bandera roja en diversas playas españolas, generando inquietud entre bañistas y autoridades. La presencia de este invertebrado no solo supone un riesgo para la salud de las personas, sino que también plantea una seria amenaza para los ecosistemas marinos. El hecho de que aparezca por nuestras costas es por el cambio en las temperaturas marinas (aún hay negacionistas).
¿Qué es el gusano de fuego y por qué es peligroso?
El gusano de fuego, científicamente conocido como Hermodice carunculata, es un poliqueto marino caracterizado por sus llamativos colores y sus sedas urticantes. Al entrar en contacto con la piel humana, estas sedas liberan una toxina que provoca una intensa sensación de ardor, enrojecimiento y, en algunos casos, ampollas. La gravedad de la reacción alérgica puede variar en función de la sensibilidad de cada individuo. Para curar, o aliviar el dolor hay que lavar el área de contacto con jabón y agua y luego hielo. Colóquelo (envuelto en un paño limpio) en el área afectada durante 10 minutos y retírelo por 10 minutos. Después de aplicar hielo varias veces, aplique una pasta de bicarbonato de sodio y agua en el área.
Además de su impacto en la salud humana, el gusano de fuego también representa una amenaza para la biodiversidad marina. Esta especie invasora se alimenta de corales y otros organismos bentónicos, lo que puede alterar el equilibrio de los ecosistemas costeros. Su rápida proliferación en el Mediterráneo ha hecho dar la voz de alarma. Las autoridades sanitarias y ambientales han puesto en marcha diversas medidas para proteger a la población y a los ecosistemas marinos. Por parte de los usuarios deberemos avisar a las autoridades ante cualquier avistamiento.
¿De dónde procede este “bicho”?
El gusano de fuego se distribuye a ambos lados del Atlántico y en el mar Rojo. En el golfo de México, Florida, el Caribe, nordeste de Brasil, islas Azores, islas Canarias, golfo de Guinea, Reino Unido, Portugal, España, y en el Mediterráneo, también en Italia, Grecia y Egipto. Se mueven activamente, excavan en el barro o en la arena, o se refugian bajo rocas, en los arrecifes de coral, o en praderas de Posidonia. Su rango de profundidad es de 2 a 1.390 metros, aunque es más frecuente hasta los 40 metros. Su rango de temperatura, está entre 4.29 y 27.53 °C. Aunque en nuestras costas puede ser un mal visitante. Desempeña un papel importante en el reciclaje de la materia orgánica que llega al fondo, y está en proceso de descomposición. Gracias a su actividad vital en los sedimentos, ayuda a renovar el agua intersticial.
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