Si alguna vez has dejado el coche en la calle y has vuelto con la puerta hecha un acordeón, sabes lo que duele más que la chapa: la factura del chapista. Es el típico susto que llega cuando menos te lo esperas y que, para colmo, obliga a reorganizar la agenda entera entre citas, desplazamientos y una buena dosis de paciencia. Por suerte, la ferretería moderna también se apunta a la cultura “háztelo tú mismo” y ya no es raro encontrar soluciones caseras para estos disgustos metálicos. Leroy Merlin acaba de rebajar un kit contra las abolladuras hasta los 47,99 euros y muchos conductores españoles ya han decidido guardarlo en el maletero antes que el famoso triángulo. Porque, seamos sinceros, pagar casi 50 euros duele menos que los tres ceros de una reparación tradicional. Y, además, la promesa es clara: reparar la chapa sin despeinarse… ni rascar la pintura original.
¿Qué trae consigo el kit contra las abolladuras y por qué llama tanto la atención?
Este set profesional llega cargado de piezas que, a simple vista, parecen sacadas de un taller de carrocería, pero están pensadas para cualquiera que sepa enchufar una pistola de pegamento. Incluye un martillo desabollador ergonómico, un mazo de goma y una clavija niveladora, todo ello fabricado en acero inoxidable de alto carbono endurecido para que no se doble a la primera. Además, incorpora 28 lengüetas adhesivas de varios tamaños y formas, perfectas para adaptarse tanto a una picadura en el capó como al bollo que suele dejar el carrito del supermercado en la puerta trasera.
Otro punto fuerte es la durabilidad: las barras termofusibles garantizan una sujeción firme, mientras que el plástico y la goma de acabado blando evitan arañazos imprevistos. Así, el usuario se ahorra el barniz y las posibles lágrimas al ver la pintura intacta. El procedimiento está pensado para que lo puedas hacer en la misma plaza de aparcamiento, sin palabras malsonantes ni manuales interminables:
- Limpia la zona dañada para eliminar polvo y grasa.
- Calienta el pegamento y aplícalo en la lengüeta elegida.
- Coloca la lengüeta sobre la abolladura y deja que se adhiera.
- Tira con el extractor de martillo deslizante hasta nivelar la chapa.
- Ajusta con el mazo de goma si hace falta afinar el acabado.
- Limpia los restos de adhesivo con alcohol al 95 %–99 %.
Tras cada tirón conviene revisar el relieve; si la chapa aún muestra hundimientos, se repite el proceso sin prisas. Al final, la botella de spray vacía incluida facilita la aplicación del alcohol y deja la superficie tan lisa como antes del golpe.
¿Cuándo compensa usar el kit y cuándo es mejor acudir al taller?
El gancho principal es evidente: por 47,99 euros se evita la clásica factura de tres dígitos y las largas esperas en el chapista. Resulta ideal para golpes pequeños o medianos, siempre que la pintura no esté descascarillada ni agrietada. En esos casos, el sistema sin pintura ahorra tiempo y dinero, además de ser reutilizable cuantas veces sea necesario.
Ahora bien, si la zona dañada presenta el típico desconchón que deja el metal a la vista, mejor no tentar a la suerte: un uso indebido podría agrandar el problema y, por consiguiente, la factura. El kit brilla cuando se trata de abolladuras limpias y accesibles; para daños complejos, la experiencia profesional sigue siendo la apuesta más segura. Entra en nuestra sección de motor para conocer otras noticias de interés para tu coche.