Un exfuncionario de la Agencia Tributaria advierte de que el control ya no depende de una revisión “a mano”. Cualquier movimiento fuera de lo habitual puede hacer que la Agencia Tributaria ponga el foco sobre un contribuyente.
Este año, 24,5 millones de españoles han presentado la declaración de la renta. Para muchos, el resultado puede salir a pagar o a devolver, y es normal intentar ajustar el borrador con las deducciones que correspondan. Ahora bien, presentar la renta con errores o con datos que “no cuadran” puede acabar en una investigación y, en el peor de los casos, en una cuantiosa multa.
Por qué la Agencia Tributaria puede investigarte aunque no te llame un inspector
Emilio Baena, exfuncionario de Hacienda y asesor fiscal, explicó en una publicación en LinkedIn que el sistema ha cambiado por completo. Durante años, las revisiones se apoyaban en comprobaciones manuales y expedientes en papel, pero hoy los mecanismos funcionan de forma automatizada.
Según su explicación, la Agencia Tributaria analiza enormes volúmenes de información a diario y cada contribuyente (persona o empresa) puede tener un “perfil de riesgo” que se actualiza en tiempo real en función de determinados parámetros.
Baena pone el foco en situaciones que, por su aspecto, pueden resultar incoherentes o difíciles de justificar. No significa que sean ilegales por sí mismas, pero sí pueden levantar sospechas si no encajan con tus ingresos o con la información que manejan bancos y plataformas. A continuación, se recogen algunos ejemplos mencionados por este exfuncionario, explicados de forma práctica:
| Situación que puede llamar la atención | Qué suele “chirriar” a ojos de Hacienda |
|---|---|
| Gastos que no encajan con tus ingresos | Desfase entre lo que declaras y lo que aparentas gastar |
| Movimientos entre cuentas sin justificar | Transferencias o cambios de saldo sin una causa clara |
| Operaciones internacionales o criptomonedas | Actividad difícil de rastrear si falta explicación o coherencia |
| Exceso de efectivo o facturas con patrones raros | Operativa poco habitual o repetitiva sin lógica aparente |
| Incongruencias con datos de bancos y plataformas | Que tu declaración no coincida con la información reportada |
La clave está en la coherencia. Vamos, que no basta con “presentarla” y ya: conviene que el conjunto de datos tenga sentido y no deje cabos sueltos.
Cómo planificar tu declaración de la renta sin errores y sin sustos
El propio Baena anima a planificar, insistiendo en que no es lo mismo planificar que «evadir». Y aquí es donde muchos se la juegan sin querer: deducciones mal aplicadas, cifras mal trasladadas o movimientos de dinero sin soporte documental. Antes de dar por cerrada tu renta, puedes apoyarte en estas comprobaciones básicas:
- Revisa que los gastos y tu nivel de ingresos mantienen una lógica razonable.
- Si has movido dinero entre cuentas, asegúrate de poder explicarlo y documentarlo.
- Si has hecho operaciones internacionales o con criptomonedas, comprueba que todo sea coherente.
- Evita que el efectivo o ciertas facturas parezcan “anómalas” por falta de contexto.
- Contrasta tu información con la que puedan reportar bancos y plataformas.
Cuando la Agencia Tributaria detecta indicios de posible fraude o inconsistencias relevantes, puede abrir una investigación que termine en sanción. Por eso es tan importante presentar el trámite bien y sin errores desde el principio, especialmente si has tenido movimientos “sensibles” o poco habituales.
El mensaje final del exfuncionario es claro y muy aplicable al día a día del contribuyente: «No basta con ser legal, también hay que parecerlo». Si quieres conocer más gestiones tributarias, entra en nuestra sección de trámites.








