Si vives en Rivas o en el sureste de Madrid, marca en el calendario el 1 de enero. Ese día entrarán en vigor los nuevos mapas que fijan, por fin, por dónde va cada término municipal. La Consejería de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid ha publicado en el BOCM la aprobación del cambio de lindes entre Madrid y Rivas-Vaciamadrid.
El acuerdo, «consistente en la doble y mutua segregación de territorios», ajusta la frontera a una lógica más clara y continua. No es un retoque menor: permitirá a ambas administraciones mejorar su actuación e influencia en las zonas afectadas. Y llega tras ocho años de vueltas, desde que en el Pacto Regional por la Cañada Real Galiana del 17 de mayo de 2017 se pusiera este cambio sobre la mesa para «acabar con el caos de competencias».
¿Qué significa el cambio de lindes entre Rivas y Madrid aprobado en el BOCM?
Se trata de una reconfiguración oficial de los límites entre Madrid y Rivas-Vaciamadrid publicada por la Consejería de Presidencia, Justicia y Administración Local en el BOCM. Entra en vigor el 1 de enero y afecta a las zonas que ambas ciudades se intercambian. Ambos municipios se ceden a la vez porciones de su suelo; cada uno segrega una parte de su término y la incorpora el otro. Así, las nuevas lindes siguen una lógica de continuidad y se apoyan en dos fronteras físicas claras, la A-3 y la M-50, con la intención de «acabar con el caos de competencias».
La permuta se concentra sobre todo al norte de la A-3, con una excepción al sur. Rivas cede 517.239 metros cuadrados a Madrid, todos al norte de la A-3. A su vez, Madrid transfiere 981.152 metros cuadrados, situados también al norte de esa autopista, salvo 43.660 metros cuadrados localizados al sur. El resultado neto es que Rivas gana 463.913 metros cuadrados. No es la primera permuta entre ambas en su historia reciente y, de hecho, este intercambio abre margen para nuevas infraestructuras y zonas verdes en el término ripense.
¿Por qué se toma esta decisión y desde cuándo se negociaba?
El proceso ha durado ocho años y ha sufrido distintos ajustes desde que ambas administraciones alcanzaron un acuerdo en el marco del Pacto Regional por la Cañada Real Galiana, suscrito el 17 de mayo de 2017. Ocho años dan para muchos papeles, pero al final se ha movido ficha. Ya entonces se contemplaba este cambio de lindes como una herramienta clave para ordenar el territorio y «acabar con el caos de competencias». En consecuencia, el intercambio viene a cerrar un problema práctico que afectaba a la gestión cotidiana en los bordes.
Con esta permuta, el término municipal de Rivas gana espacio para nuevas infraestructuras y espacios verdes. En esa nueva franja, el Ayuntamiento planea construir el futuro cementerio municipal y un ecoparque para gestionar sus propios residuos.
Además, la reordenación permitirá a las administraciones mejorar su actuación e influencia en las zonas afectadas. Se espera una gestión más clara en una frontera que ahora se apoya en la A-3 y la M-50, dos referencias físicas que evitan confusiones. Entra en nuestra sección de actualidad para conocer otras noticias de interés.
 
			 
 
    	









