Metro de Madrid quiere exprimir lo que tiene bajo tierra para ganar eficiencia y algo de dinero, que nunca viene mal. Hablamos de una red enorme, con 294 kilómetros y 302 estaciones, que ahora explora mover paquetes de última milla por los túneles. En paralelo, quiere un servicio que localice impactos de rayo y mida su efecto en una veintena de instalaciones. Además, ya ha licitado un acuerdo marco de casi tres millones de euros para los servicios logísticos. Todo apunta a descongestionar la superficie, sin molestar al viajero y reforzando el mantenimiento de una infraestructura crítica.
¿Qué está cambiando en Metro de Madrid y por qué ahora?
Durante años, la empresa pública ha monetizado sus túneles alquilando la red de fibra óptica a compañías de telecomunicaciones. Ahora da un paso más y prueba a usar esa misma infraestructura como canal de reparto urbano: un Amazon subterráneo, sin dobles filas ni bocinazos. El proyecto ha tenido pilotos en las líneas 3 y 12 y cuenta con el apoyo del Gobierno regional. Sobre el papel, cada vagón podría mover unos 1.300 paquetes, hasta unos 10.000 por convoy. Eso sí, la implantación está condicionada a los estudios en marcha: deben confirmar que los ingresos y los beneficios sociales, medioambientales y de circulación sean iguales o superiores a los costes y a los posibles efectos negativos.
Metro ha sacado a licitación un acuerdo marco de casi tres millones de euros para que una empresa se haga cargo del servicio. El adjudicatario asumirá tareas concretas y operará según las necesidades del negocio, con disponibilidad 24 horas al día y siete días a la semana, en cualquier punto de la red.
Según la Comunidad de Madrid, el servicio no interferirá en el transporte habitual de viajeros. Las mercancías se guardarán en instalaciones ahora vacías y, desde allí, se distribuirán a pie o en bicicletas. De conseguirlo, se evitaría mover en superficie unos 5.000 paquetes diarios y la congestión asociada a aproximadamente 700 furgonetas de reparto. Nada mal para el tráfico del centro.
¿Para qué quiere Metro cazadores de rayos y cómo se vigilarán los impactos?
En paralelo al plan de paquetería, Metro licita un servicio de aviso basado en las redes de localización de impactos de rayo operativas en España. El objetivo es que se notifique si hay un impacto en alguna instalación o en sus proximidades y medir cómo afecta en una infraestructura considerada crítica. A continuación, los datos del contrato de detección de rayos, resumidos:
Aspecto | Detalle |
---|---|
Servicio | Aviso basado en redes de localización de impactos de rayo |
Ámbito | Una veintena de localizaciones seleccionadas de la red de Metro |
Cobertura | Alerta si el rayo cae en las instalaciones o en un radio de 3 kilómetros |
Tiempo de aviso | Notificación en tiempo real |
Finalidad | Medir el impacto de los rayos en instalaciones clave |
Muchas de estas localizaciones coinciden con los puntos neurálgicos del proyecto de paquetería, de modo que la vigilancia eléctrica y la logística se coordinan donde más actividad habrá. Por tanto, el plan arma un doble escudo: operativa más ágil y protección frente a fenómenos meteorológicos. Conoce otras noticias relevantes accediendo a nuestra sección de actualidad.