Pedir algo en Black Friday y ver al repartidor siempre hace ilusión; lo que no esperas es que salgan dos cajas idénticas del furgón. Eso le pasó a un jugador que compró en Amazon un Alienware 32 4K OLED con descuento. Preocupado por una posible factura extra, hizo lo que haríamos muchos: avisó para devolver el sobrante. La respuesta lo dejó a cuadros: podía quedarse el segundo monitor sin pagar un euro. El mensaje del servicio al cliente se hizo viral y, sí, levantó cierta envidia de la buena. Más allá del golpe de suerte, el episodio da pistas útiles sobre cómo funcionan los reemplazos y qué dice la ley cuando llega un envío duplicado.
¿Qué le pasó exactamente al comprador del monitor Alienware 32 4K OLED?
El comprador aprovechó una oferta del Black Friday para un monitor cuyo precio habitual ronda los 1.200 euros, rebajado entonces a unos 900 euros. Lo que parecía un pedido normal acabó en duplicación de envíos: en vez de uno, aparecieron dos paquetes en su dirección. Al reportarlo, atención al cliente le dio una respuesta que muchos firmarían ahora mismo: “Al marcar aquí, puedo ver y confirmar que ya recibiste un reembolso por este artículo. También puedo confirmar que se entregó a tu dirección de envío. No te preocupes por el artículo; no se te cobrará. Acepta el artículo como regalo anticipado de Amazon. Espero que te sirva.”
Otro internauta apuntó la explicación más probable: cuando un envío figura como “perdido” en el sistema, la empresa tramita un reemplazo. Si después el paquete original aparece y el servicio postal lo entrega, el cliente termina recibiendo ambos. En ese punto entra la calculadora: si devolver el excedente sale más caro que permitir que el cliente lo conserve, la compañía puede optar por el gesto amable. De hecho, en comunidades como Reddit circulan casos calcados con auriculares u otros dispositivos de alto valor.
¿Puedes quedarte el producto duplicado?
En teoría, no. Un abogado consultado por la revista digital alemana MeinMMO lo explica así: “Aunque desee conservar el excedente de entrega, no tiene derecho a hacerlo. En tales casos, se enriquece legalmente sin motivo alguno. Por lo tanto, debe contribuir a garantizar que la mercancía sea devuelta al vendedor.” Es decir, quedarse el extra sin avisar sería, en román paladino, apropiarse de algo que no es tuyo sin motivo.
En la práctica, la pelota está en el tejado del vendedor: debe organizar la recogida y asumir los costes. Si no lo hace, como en este caso, el cliente puede terminar beneficiándose. La cara menos amable también existe. Un jugador relató haber comprado una tarjeta gráfica de 1.900 euros en Amazon y descubrir que era una falsificación al intentar instalarla; en esa ocasión, la devolución fue bastante más engorrosa y la compañía menos flexible.
Por tanto, el “regalo” de un monitor OLED valorado en más de 900 euros convive con fraudes y obstáculos burocráticos. El caso deja una lectura clara: hay aciertos llamativos y también incoherencias en la experiencia de devoluciones, y la suerte del cliente depende mucho de cómo se resuelve cada incidencia concreta. Accede a nuestra sección de actualidad para conocer otras historias curiosas.