Una sentencia del Juzgado de lo Social nº 7 de Madrid ha restituido y aumentado hasta el 68 % el grado de discapacidad de una trabajadora al entender que la Consejería de Familia, Juventud y Política Social de la Comunidad de Madrid careció de fundamento técnico al rebajarle en 2023 la valoración que poseía desde 2018, pese a su empeoramiento clínico.
El origen del conflicto entre la trabajadora y la Consejería de Familia madrileña por la revisión de su discapacidad
La afectada contaba desde 2018 con un 42 % de discapacidad reconocido por la propia Administración autonómica. Sin embargo, cinco años después, la misma consejería redujo el porcentaje al 13 % sin motivar la decisión ni examinar los informes médicos aportados. Ante la drástica disminución, la trabajadora (representada por el despacho Parrado Asesores) acudió a los tribunales alegando un agravamiento patente de sus dolencias físicas y psicológicas.
La novedad diagnóstica entre ambos expedientes fue la aparición de fibromialgia, unida a episodios de depresión mayor, daños vertebrales y síndromes álgicos que ocasionan dolor generalizado. La defensa subrayó que dicha enfermedad no era sino la evolución de patologías ya constatadas, con repercusión severa en la movilidad y en cualquier actividad que requiera esfuerzo. El perito judicial señaló, además, que no se evaluó el deterioro cognitivo derivado del cuadro depresivo ni todas las algias persistentes que los informes clínicos describían.
Al resolver, el juzgado recordó que «a efectos de la aplicación de la LGSS, se entiende que están afectadas por una discapacidad en un grado igual o superior al 65 %, las personas que sean declaradas incapaces judicialmente». Valoró igualmente que la actora ya disfruta de una Incapacidad Permanente Total para su profesión habitual, concedida en otra resolución previa. Comparando ambos expedientes, la magistrada concluyó que «llama la atención que en 2018 se le otorgue un 42 % y se le reduzca en 2023 a un 13 %, sin base alguna», pues las patologías son «crónicas y muy graves» y limitan de forma sustancial la vida diaria de la interesada.
Comparación con otras resoluciones y relevancia para las reclamaciones de personas con fibromialgia y depresión mayor
Aunque los tribunales han corregido en ocasiones valoraciones de discapacidad, el caso destaca por el incremento al 68 % (tres puntos por encima del solicitado) y por la mención expresa a la infravaloración administrativa de la fibromialgia. La decisión refuerza la tendencia jurisprudencial a reconocer el peso de las enfermedades invisibles y su efecto acumulativo sobre dolencias ya diagnosticadas, especialmente cuando existen sentencias paralelas de incapacidad laboral.
En la práctica, la resolución obliga a la consejería madrileña a emitir un nuevo certificado con el 68 % y a ajustar los beneficios sociales y fiscales que dicho grado comporta. Además, subraya la necesidad de motivar exhaustivamente cualquier revisión a la baja del porcentaje reconocido, so pena de saturar aún más los juzgados con recursos evitables. Para los afectados, el fallo ofrece un precedente útil: la fibromialgia, junto con trastornos depresivos y dolor crónico, debe ser ponderada en su conjunto y no de forma aislada, garantizando una protección acorde con la realidad clínica de cada persona.