¿Te imaginas recorrer un kilómetro entero de jardines, arte al aire libre y pistas deportivas sin salir de Chamberí? Pues ve haciendo sitio en tu agenda, porque la Comunidad de Madrid se ha puesto manos a la obra para transformar el recinto del Canal de Isabel II en un nuevo pulmón urbano con sabor de barrio. La operación, bautizada como “Milla Canal”, promete abrir el complejo (hasta ahora medio escondido tras rejas y cita previa) a cualquier vecino que pase por Bravo Murillo.
Habrá paseos bajo árboles históricos, piscina con «playa» incluida y un café con terraza para rematar la jornada sin prisas ni papeleos. Todo ello llegará, si las obras cumplen los plazos, antes de que termine 2027. Mientras tanto, conviene ir tomando nota de los detalles para no perderse ni un metro cuadrado de este futuro oasis capitalino.
¿Qué es exactamente la Milla Canal y por qué te va a interesar?
La Milla Canal es el último gran proyecto del Gobierno regional para convertir los terrenos deportivos del Canal de Isabel II en un espacio multifuncional de acceso libre. En números redondos, hablamos de más de un kilómetro de recorrido salpicado de zonas verdes, esculturas y equipamientos para todas las edades. La presidenta Isabel Díaz Ayuso lo presentó en las propias instalaciones, anunciando un concepto pensado tanto para los habituales del gimnasio como para quien solo quiere estirar las piernas un rato.
Antes de que empieces a frotarte las manos, aquí tienes los cinco hitos clave que definen el plan:
- Reubicación de tres pistas de tenis para crear una «playa» de 2 .500 m² en verano.
- Nuevo paseo arbolado con obras escultóricas a la vista de cualquiera que entre por Bravo Murillo.
- Edificio “Boix y Morer” con salas deportivas, vestuarios, oficinas y una cafetería con terraza.
- Modernización de los gimnasios y construcción de nuevas pistas de pádel.
- Área de entrenamiento y gimnasia específica para personas mayores, además de juegos infantiles.
En otras palabras, un «todo en uno» para que el medio millón de usuarios anuales (y los que vengan) tengan excusa para quedarse más tiempo.
Cómo quedará el deporte y el ocio en 2027
El plan incluye tanto derribos selectivos como rehabilitación de inmuebles con protección patrimonial, de modo que el recinto gane luz y continuidad sin perder su esencia industrial. Además, el acceso único actual por la avenida de Islas Filipinas crecerá y se llenará de verde, al tiempo que se abrirán nuevas puertas junto al Primer Depósito del Canal para repartir mejor el flujo de visitantes.
Actuación principal | Superficie aproximada | Fecha límite anunciada |
---|---|---|
Paseo de esculturas y arbolado | > 1 km de longitud | 2027 |
Zona “playa” en piscina | 2 .500 m² | 2027 |
Renovación de pistas (tenis, pádel, fútbol) | — | 2027 |
Edificio “Boix y Morer” (cafetería + salas) | — | 2027 |
Este calendario unificado facilita que las obras se coordinen sin dejar desperdigadas las máquinas de obra durante años; de paso, evita el clásico via crucis de licencias encadenadas que desespera a cualquier vecino.
¿Por dónde se podrá entrar y salir? Más puertas y árboles a la vista
Hasta ahora, asomarse al Canal era casi un ejercicio de orientación avanzada: una sola entrada y mucho giro de verja. Con la Milla Canal, la historia cambia. Por Bravo Murillo aparecerá un acceso flanqueado por árboles centenarios y esculturas, pensado para que la primera impresión no sea un mostrador de seguridad, sino un paseo abierto que invite a entrar «aunque solo vayas a echar un ojo».
Por su parte, la puerta de la avenida de Islas Filipinas ganará anchura, vegetación y, lo más importante, una zona de aparcamiento reservada para personas con movilidad reducida. ¿El objetivo? Que los clubes que ya entrenan allí no tengan que dar vueltas de más ni rellenar tres formularios distintos cada vez que llegan con material.
Prepárate para este nuevo espacio desde hoy mismo
Aunque falten dos años largos para el corte de cinta, ya puedes hacer algo más que mirar las vallas. En primer lugar, acércate a la Fuente del río Lozoya (calle Bravo Murillo, 49): recién restaurada, marca el kilómetro cero simbólico de la futura milla y ofrece un rincón fresco para las mañanas veraniegas. En segundo lugar, si perteneces a un club deportivo, conviene que te informes sobre la futura distribución de pistas para planificar reservas y calendarios: la reubicación temporal durante las obras podría ahorrarte desplazamientos inesperados.
Por último, mantente atento a las convocatorias de participación vecinal que suele lanzar la Comunidad de Madrid cuando reordena espacios públicos. De esa forma podrás opinar (y, de paso, vigilar) que la «playa» de 2 .500 m² no se convierta en otra jungla de cemento. Porque, seamos sinceros, bastante tenemos ya con los atascos cotidianos como para renunciar a un trocito verde recién estrenado en pleno Chamberí.