A veces el camino más duro para un paciente de cáncer no es la quimio en sí, sino el via crucis hasta el hospital. Entre atascos, salas de espera y el café recalentado de la máquina, uno acaba agotado antes de pincharse la primera aguja. Por eso suena casi a ciencia ficción (pero es realidad) que el Hospital público universitario del Henares, en Coslada, lleve ahora la terapia oncológica hasta el felpudo de casa. Desde marzo de este año, sus servicios de Hematología, Farmacología y Hospitalización a Domicilio se han coordinado para administrar quimioterapia subcutánea sin que el paciente se mueva del sofá. Ocho personas ya disfrutan de esta comodidad, y el centro se convierte en el quinto de la Comunidad de Madrid que ofrece el programa, junto al Gregorio Marañón, Infanta Leonor, Niño Jesús y Torrejón. Menos trasiego, misma seguridad y la intimidad del hogar.
¿Por qué llevar la quimioterapia hasta el salón de casa?
Hasta ahora, el “pack hospitalario” incluía desplazamientos, colas y mascarilla puesta de principio a fin. Con el tratamiento domiciliario, todo eso se reduce a la mínima expresión: se mantiene la estricta seguridad clínica, pero sin la banda sonora de pasillos y ascensores. Además, recibir la medicación en casa minimiza el riesgo de infecciones, un punto clave en pacientes con defensas tocadas por la quimio.
Los profesionales también salen ganando. Al optimizar recursos (camas, enfermería, farmacología) se libera espacio para otros pacientes y se evitan solapamientos en consultas. En otras palabras: menos mareo administrativo y más tiempo para lo realmente importante, la atención sanitaria.
A continuación tienes, de un solo vistazo, las ventajas prácticas más claras de esta modalidad:
- Desplazamientos casi nulos, adiós a los trayectos entre Coslada y el hospital.
- Esperas recortadas: el personal llega con la medicación y la administra al momento.
- Menor exposición a infecciones en comparación con zonas comunes.
- Aprovechamiento óptimo de recursos: menos camas saturadas, más eficiencia.
Queda claro que comodidad y seguridad no están reñidas; simplemente cambiamos la bata del pasillo por las zapatillas de casa.
¿Quiénes se benefician ya en Coslada?
Ocho pacientes (sí, de momento solo ocho, esto acaba de arrancar) han estrenado el servicio en el Hospital del Henares. Según Iván Valero, coordinador del programa, el objetivo es escalarlo de forma progresiva para cubrir a todos los candidatos que cumplan los criterios médicos exigidos. Por supuesto, el hospital sigue siendo el paraguas de referencia: cualquier incidencia se atiende allí de inmediato.
La Comunidad de Madrid refuerza así una red de cinco hospitales públicos que ya prestan quimioterapia a domicilio. El número puede parecer pequeño comparado con la población total de la región, pero marca tendencia. Si la experiencia de Gregorio Marañón o Torrejón servía de ensayo, Coslada apunta a consolidar el modelo.
Pasos para solicitar el servicio sin volverse loco
En primer lugar, coméntalo con tu oncólogo o hematólogo habitual: él valorará si tu pauta de quimioterapia subcutánea es apta para la modalidad domiciliaria. Posteriormente, Farmacología y Hospitalización a Domicilio se coordinarán para concertar día y hora; tú solo tendrás que asegurarte de estar en casa y con un espacio limpio disponible.
Por consiguiente, los trámites son mínimos (sí, milagrosamente existen procesos sanitarios con poco papeleo), pero conviene tener a mano tu historial y medicación actual para agilizarlo todo. Finalmente, recuerda que cualquier duda sobre efectos secundarios se canaliza a través de los teléfonos de referencia del hospital, disponibles las 24 horas. Así evitas sustos y llamadas de emergencia innecesarias.