¿Te has parado a pensar qué harías si el trayecto rutinario al trabajo se convierte, de golpe, en una escena digna de película de acción? Nadie sale de casa esperando encontrarse un choque en plena autovía, pero la estadística nos recuerda (con la sutileza de un martillo) que pasa a diario. Entre el ruido de bocinas, el humo y los nervios, cada segundo cuenta. Y sí, justo en ese instante el móvil parece más pequeño y las teclas se vuelven enemigas. Para que no te quedes paralizado mirando el desastre, hoy repasamos la conducta PAS paso a paso. Spoiler: con dos gestos bien coordinados puedes marcar la diferencia.
¿Qué es la PAS?
Cuando la sirena aún no se escucha, el cronómetro ya corre en contra de la víctima. La atención sanitaria precoz reduce secuelas y, en no pocas ocasiones, salva vidas. De hecho, el tiempo que tarda el equipo de bomberos, policías o sanitarios en plantarse en el arcén es el factor que separa un susto de una tragedia.
Además, esa actuación inicial te protege a ti y a los demás testigos. Colocar triángulos (o su versión luminosa), apagar motores o señalizar con las luces de emergencia, evita nuevos golpes en cadena. Por tanto, actuar rápido no es heroísmo barato: es puro sentido común.
La fórmula mágica se resume en tres letras que, curiosamente, caben en la palma de la mano: PAS. Primero, Proteger el escenario para que la situación no empeore; después, Alertar al 112 con datos claros; y, solo si sabes lo que haces, Socorrer al herido. Orden fijo, nada de improvisar.
Recuerda que proteger no es “cotillear de cerca” sino crear un cordón seguro: coche a un lado, chaleco reflectante puesto y triángulos a la distancia reglamentaria. Cuando todo está bajo control, llega tu turno de darle trabajo al operador del 112. Antes de que la adrenalina te nuble la memoria, memoriza esta mini-chuleta: tendrás que cantar la ubicación exacta y cuatro apuntes clave más.
- Punto kilométrico o calle y sentido, número de vehículos implicados, número aproximado de heridos, riesgos especiales (personas atrapadas, mercancías peligrosas, coche en el agua) y un teléfono de contacto
Con esa información el operador moviliza a bomberos, sanitarios y patrullas sin marear la perdiz. Eso sí, no cuelgues hasta que te lo indiquen; puede que necesiten algún detalle extra.
¿Cuándo acaba tu intervención y entran los profesionales?
En cuanto escuches la sirena, tu papel protagonista se convierte en cameo. Los equipos de rescate, siguiendo el Procedimiento Unificado de Rescate en Accidentes de Tráfico avalado por la World Rescue Organization, se encargan de extricar y estabilizar a las víctimas. Tú, mientras tanto, mantente disponible pero sin estorbar: haber protegido y alertado ya es medio trabajo hecho.
Si te pica la curiosidad, la Asociación Profesional de Rescate en Accidentes de Tráfico ofrece un manual descargable para personal de emergencias. No hace falta aprendérselo de memoria, pero tenerlo a mano nunca está de más. Guarda el 112 en tu lista de favoritos: no es el momento de buscarla cuando los nervios aprietan. Por otro lado, lleva siempre chaleco y material de señalización accesibles (bajo el asiento, no enterrados en el maletero). Posteriormente, repasa la conducta PAS con tus acompañantes de vez en cuando; convertirlo en hábito reduce el temido “¿y ahora qué?”.
En consecuencia, la próxima vez que veas un vehículo accidentado, sabrás que hacer algo sirve de mucho… y no hacer nada también cuenta, pero en negativo. Entra en nuestra sección de motor para conocer todas las novedades del sector automovilístico.