Hace años bromeábamos con aquello de que “en Madrid ya no cabía un alfiler”, y, sin embargo, a solo veinte minutos de la plaza de España, sigue habiendo un gran solar donde hoy crecen matojos y ayer rugían blindados. Si has pasado alguna vez por la A‑5 y te ha sorprendido un descampado gigantesco flanqueado por muros militares, ese es el lugar. Aquí nace el Nuevo Barrio Campamento: casi 11.000 pisos que prometen alquileres y ventas “a precio terrenal”, algo que suena ya a ciencia ficción en la capital. El plan llega con cláusula antiespeculación incluida, para que no aparezca el típico listo que compra barato hoy y vende caro mañana. Además, el Gobierno lo vende como prototipo para copiar en media España, de modo que quizá tu ciudad sea la siguiente en la lista. ¿Demasiado bonito para ser real? Vamos por partes.
¿Qué es exactamente el Nuevo Barrio Campamento?
A grandes rasgos, se trata de reconvertir 211 hectáreas de antiguos cuarteles (sí, donde se celebraron los juicios del 23‑F en 1981) en un barrio del siglo XXI. La operación empezó a negociarse en 1989 entre Defensa, la Comunidad y el Ayuntamiento, pero encadenó recursos judiciales, la crisis de 2008 y otras piedras en el camino hasta quedar, literalmente, en barbecho. Treinta y cinco años después, Sepes (la Entidad Pública Empresarial de Suelo) ha comprado el terreno al Ministerio de Vivienda y ultima el arranque de las obras para finales de 2025.
El experimento tiene un punto inédito: no estamos hablando de un suburbio a una hora del centro, sino de suelo semicítrico, a tiro de metro y cercanías. Que un espacio así quede libre en una gran capital europea es casi tan raro como que te toque la lotería… y, aun así, la Administración asegura que esta vez se invertirá en vivienda y no en pelotazos.
¿Por qué se presume de precios “baratos” y cómo será el reparto?
La gracia del proyecto es que el 98 % del aprovechamiento urbanístico pertenece a Sepes y, por contrato, debe destinarse a vivienda asequible, tanto en régimen de alquiler como de venta. El Gobierno habla de pisos que cuesten un 40 % menos que los de mercado: donde hoy se paga en torno a 1.000 € mensuales por 70 m² y dos dormitorios, la renta bajaría a unos 550 €. Para orientarte mejor, aquí van las cifras clave:
- 10.700 viviendas proyectadas en la primera fase.
- 211 hectáreas de suelo urbanizable (equivalente a 300 campos de fútbol).
- Bloques de 5 a 11 plantas, con zonas verdes y equipamientos públicos.
- 98 % de los pisos en manos de la empresa pública; el 2 % restante será libre.
Aunque solo es un listado, deja claro que el peso de la iniciativa pública será determinante. Y, por si te lo preguntas, los gastos de urbanización corren a cargo del propio Sepes, no de los futuros vecinos.
¿En qué consiste la cláusula antiespeculación de 90 años?
El truco legal es sencillo de explicar (tranqui, sin jerga). Normalmente, una vivienda protegida en Madrid puede liberarse a los quince años y pasar a precio de mercado. Aquí se inscribirá en cada escritura una carga de dominio que impide vender o alquilar por encima de un tope durante 90 años completos; es decir, hasta 2115. Esta cláusula antiespeculación (básicamente, un candado legal contra subidas abusivas) será controlada por la Comunidad y el Ayuntamiento mediante inspecciones periódicas.
Por tanto, el vecino que compre o arriende hoy no podrá “hacer el agosto” revendiéndolo pasado mañana. Y, de rebote, el parque público quedará garantizado durante varias generaciones, algo casi inédito en nuestro sistema inmobiliario.
¿Cuándo empiezan las obras y cuánto tardarán?
Sepes prevé licitar los primeros trabajos de urbanización a finales de 2025 y abrir zanjas en 2026. La entrega de llaves de las primeras promociones llegaría, si no se tuerce nada, en 2030. Tómatelo con filosofía: levantar calles, colegios, centros de salud y casi 11.000 pisos no se hace en un par de veranos. Además, el plan se dividirá en fases para evitar el caos de un megaproyecto simultáneo.
No obstante, la propia directora de Sepes, Leire Iglesias, reconoce que los plazos son “ambiciosos” y dependen de que la burocracia local no se duerma en los laureles. Ya sabes: licencias, informes de impacto y demás papeleo que, a veces, avanza más despacio que el tráfico de la M‑30 un viernes.
Pasos si quieres optar a una vivienda en Campamento
En primer lugar, mantente atento a las convocatorias oficiales del Ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad, porque el registro de solicitantes se abrirá con antelación para facilitar cribas de ingresos, número de miembros de la unidad familiar y demás requisitos. Por lo general, se pedirá no superar unos ingresos máximos (todavía por concretar) y estar empadronado en la región.
Después, ten a mano la típica carpeta con DNI, certificado de empadronamiento, últimas nóminas y declaración de la renta: la Administración es muy suya con los papeles, así que mejor no darle excusas. Finalmente, revisa los plazos de subsanación (entre diez y quince días) por si te olvidaste de adjuntar algún documento; un simple resguardo bancario puede salvarte la candidatura. En definitiva, paciencia y ojo al BOE: puede que el piso “a precio terrenal” de tus sueños esté a solo unos formularios de distancia.