¿Te has visto alguna vez mirando el reloj, pisando un poco más el acelerador y pensando: “Venga, a 140 km/h llego antes”? Todos hemos sentido esa prisa incómoda cuando el móvil vibra con el “¿falta mucho?”, de turno. La tentación de darle alegría al coche es universal, sobre todo cuando la autovía parece una alfombra vacía. Ahora bien, el profesor de matemáticas José Ángel Murcia se ha puesto la bata (metafóricamente) para desmontar el mito de que esos 20 km/h extra te regalan un montón de minutos. Lo hace con números tan sencillos como demoledores y, de paso, nos recuerda que la DGT no regala puntos del carné como si fueran cromos. Así que, antes de que tu pie derecho se emocione, quizá te interese ver por qué “correr más” no significa “llegar antes”.
¿Por qué correr a 140 km/h no te salva de llegar tarde?
A 120 km/h recorres un kilómetro en 30 segundos; a 140 km/h lo haces en unos 25,7 segundos. Suena bien (cinco segundos menos), pero en un viaje de 100 km hablamos de apenas 7 minutos de diferencia. Compáralo con los 100 € a 600 € de multa y la posible pérdida de 2 a 6 puntos del carné y dime si el negocio compensa.
Además, cuanto más sube la velocidad, menor es la “rebaja” por cada kilómetro extra. Es la ley de la inversa: el tiempo baja en proporción inversa a la velocidad, pero esa curva se aplana rápido. Es decir, duplicar la velocidad de 60 a 120 km/h sí parte a la mitad el tiempo; añadir otros 20 km/h apenas araña migajas temporales. Así que, salvo que seas piloto de rally (y ni aun así), no hay milagro que valga.
¿Cuánto tiempo ahorras de verdad por kilómetro?
Antes de dejarte la tabla, imagina que estás en la caja del súper: si solo te adelantan un par de personas, ¿merece la pena cambiar de cola sabiendo que quizá te toque un cliente que paga con monedas de céntimo? Exacto.
Velocidad (km/h) | Tiempo por km | Ahorro frente a 120 km/h |
---|---|---|
60 | 60 s | +30 s |
120 | 30 s | — |
140 | 25,7 s | −4,3 s |
Como ves, la “ventaja” de 140 km/h es un suspiro: 4,3 segundos por kilómetro. Para notar algo parecido a volar, necesitarías saltarte el límite de forma tan escandalosa que la grúa llegue antes que tú a destino. Por tanto, el ahorro es tan pequeño que ni compensa el sobresalto cuando divisas un radar fijo.
¿Cómo llegar antes sin jugarte la cartera?
Puede que el cronómetro no esté de tu parte, pero tu sentido común sí. Antes de darle al pedal, prueba lo siguiente:
- Planifica la ruta con aplicaciones que eviten atascos y obras anunciadas.
- Sal con margen de al menos 15 minutos; tu presión arterial lo agradecerá.
- Aprovecha los tramos de 120 km/h constantes manteniendo velocidad estable (el “modo crucero” de toda la vida).
- Haz paradas eficientes: baño, café rápido y vuelta; cada minuto en gasolinera suma más que esos 20 km/h extra.
Con estas pequeñas estrategias podrás rascar más tiempo real que pegándote a la izquierda a 140 km/h y, además, ahorrar combustible y disgustos con la Guardia Civil. En consecuencia, tu viaje será más relajado, tu bolsillo seguirá intacto y tu carné permanecerá completo.