Te suena la escena: te levantas con 39 °C de fiebre, la garganta como papel de lija y el cuerpo pidiendo cama a gritos. Coges el móvil, pides cita con el médico de cabecera y, entre pañuelo y pañuelo, te convences de que “ya está todo hecho” porque el facultativo mandará el parte de baja. Error. Una reciente sentencia dictada en Madrid el 15 de mayo de 2025 acaba de recordarnos que, en pleno siglo XXI, todavía hay que dar la cara (aunque sea por WhatsApp) si no quieres que tu empresa te ponga de patitas en la calle sin un solo euro de indemnización. Y no hablamos de suposiciones: un trabajador perdió el empleo y se fue con 0 € porque jamás avisó de que andaba convaleciente. Así que, si creías que la burocracia se había modernizado al 100 %, hoy toca bajarse de la nube.
¿Qué ha decidido la Justicia?
Un Juzgado de lo Social de Madrid avaló el despido disciplinario de un empleado que, tras recibir la baja, no avisó ni contestó a las llamadas de su empresa. La resolución, fechada el 15‑05‑2025, deja claro que el silencio no solo impide a la empresa organizar turnos, sino que además “mina la confianza esencial” de la relación laboral.
La clave no está en el parte médico (ese documento oficial que certifica que no puedes currar), sino en la obligación de avisar. Si la empresa se entera del motivo y la duración de tu ausencia dos o tres días después, el daño ya está hecho y la ley le da la razón para romper el contrato sin pagar indemnización.
¿Por qué enviar el parte no basta?
Desde el 1 de abril de 2023, el médico remite directamente el parte a la Seguridad Social, y esta lo traslada telemáticamente a la empresa. Sin embargo, el proceso tarda hasta 72 horas en engranar; una eternidad si tu puesto es clave para la operativa diaria.
El abogado laboralista Miguel Benito (Amagna Legal) lo resume así: “Hay que distinguir entre mandar el parte y avisar. Son obligaciones distintas y la segunda sigue tan viva como siempre”. En otras palabras, el clic que salva tu empleo no lo hace el doctor, sino tú con un mensaje de 10 segundos.
Pasos rápidos para no acabar en la calle
Antes de que el caos te arruine la nómina, sigue esta mini‑ruta de seguridad.
- Envía un WhatsApp o correo a tu jefe en cuanto salgas de la consulta: especifica que estás de baja y, si lo sabes, el tiempo aproximado.
- Adjunta o cita la fecha exacta del parte (por ejemplo, “baja emitida el 14‑05‑2025”).
- Guarda capturas o el acuse de recibo; te servirán como prueba si la cosa se tuerce.
- Mantén el móvil operativo para responder dudas básicas (sin maratones de llamadas, claro).
Así, cumples la norma, evitas sustos y de paso quedas como un profesional responsable.
¿Qué riesgos corre la empresa si no sabe nada?
La organización del trabajo salta por los aires cuando un empleado clave desaparece sin explicación. Horas extra imprevistas, retrasos de producción y, ojo, exposición a sanciones en materia de prevención de riesgos laborales si el puesto requiere cobertura obligatoria. Por eso los jueces entienden que la falta de aviso constituye un incumplimiento “grave y culpable” que justifica el despido inmediato y sin indemnización.
Además, la compañía pierde la posibilidad de tramitar la sustitución temporal a través del SEPE dentro de los 15 días naturales que marca la normativa. De ahí que los tribunales no muestren demasiada misericordia con el trabajador ausente.
Recomendaciones finales para no tropezar con el mismo adoquín
En primer lugar, habla claro y pronto: un simple “estoy de baja, mañana mando parte” suele bastar. No obstante, documenta siempre la comunicación (correo electrónico, mensaje con doble check o, si eres más clásico, burofax).
Por otro lado, revisa el convenio colectivo de tu sector: algunos amplían el margen de aviso a 24 horas sin sanción, mientras que otros exigen comunicar antes del inicio de la jornada. Y, por supuesto, no te fíes de la rapidez administrativa; la Seguridad Social es muy eficiente… hasta que toca tu expediente.
En definitiva, la tecnología nos adelanta pasos, pero la cortesía (y la ley) siguen pidiendo el aviso de rigor. Cumplirlo cuesta poco y puede salvarte el sueldo.