Un estudio recién publicado ha documentado un fenómeno curioso en el comportamiento de chimpancés salvajes: el consumo habitual de frutas fermentadas con un nivel significativo de alcohol. Se ha observado en chimpancés del Parque Nacional Cantanhez, en Guinea-Bissau, lo que sugiere que estos primates no solo ingieren frutas en el proceso de fermentación, sino que parecen hacerlo de forma intencional y en comunidad, cuál botellón. El análisis del contenido alcohólico reveló que las frutas contenían un 0,61% de alcohol, bastante menos que una cerveza, pero que en un consumo constante podría afectarles.
¿Qué evidencias hay del consumo en chimpancés?
En este estudio, Los investigadores utilizaron cámaras activadas por movimiento, que filmaron a los chimpancés compartiendo frutas fermentadas hasta en 10 ocasiones distintas. Además, se analizó el contenido de alcohol de la fruta que compartieron estos chimpancés. El nivel más alto encontrado fue el equivalente a 0,61% ABV (alcohol por volumen, una medida utilizada en bebidas alcohólicas), un nivel relativamente bajo.
El hecho de que este comportamiento se haya mantenido durante tanto tiempo y que varios individuos lo repitan refuerza la hipótesis de que los chimpancés no solo lo hacen por casualidad. Algunos ejemplares volvían repetidamente a los mismos lugares donde sabían que podían encontrar este tipo de frutas fermentadas. Esto sugiere que podrían estar seleccionando activamente frutas con mayor contenido de etanol.
¿Qué implicaciones tiene en la evolución?
Los científicos relacionan este comportamiento con la hipótesis del “mono borracho”, una teoría que plantea que el gusto por el alcohol en los humanos podría tener raíces evolutivas compartidas con otros primates. Según Anna Bowland, del Centro de Ecología y Conservación del Campus Penryn de Exeter. Bowland: «También sabemos qué compartir alcohol, incluso a través de tradiciones como las fiestas, ayuda a formar y fortalecer los lazos sociales. Entonces, ahora que sabemos que los chimpancés salvajes comen y comparten frutas etanólicas, la pregunta es: ¿podrían estar obteniendo beneficios similares?»
Las observaciones en Bossou podrían ser solo la punta del iceberg. Los investigadores creen que otros grupos de primates en diferentes regiones también podrían estar consumiendo alimentos o bebidas fermentadas sin que haya sido documentado aún. Se planean estudios comparativos en otras poblaciones de chimpancés y en especies como los bonobos o los orangutanes. Además, se analizarán los posibles efectos a largo plazo del consumo de etanol en su salud y comportamiento social.
Este descubrimiento no solo revela un aspecto poco conocido del comportamiento animal, sino que también podría aportar información valiosa sobre la evolución del consumo de alcohol en los seres humanos. Para conocer más estudios científicos de interés, solo tiene que entrar en nuestra sección de actualidad.