Una de las cuestiones más habituales que se hacen los trabajadores es si tienen derecho a una pensión de jubilación cuando su vida laboral ha sido corta o irregular. Aunque no es lo que uno desea, en ocasiones puede suceder que no se haya cotizado lo suficiente, por muchos motivos. En España, el sistema público de pensiones exige un mínimo de años cotizados para acceder a una pensión contributiva.
Cuando no se llega a ese mínimo, existen otras alternativas, pero las cuantías y requisitos son distintos. En este artículo explicaremos qué ocurre si has cotizado menos de 12 años a la Seguridad Social, qué tipo de pensiones puedes solicitar y qué cantidades podrías cobrar dependiendo de tu situación personal y laboral. Incidiremos también en qué hacer para completar los requisitos y mejorar las prestaciones futuras.
Requisitos para acceder a la pensión contributiva con menos de 15 años cotizados
La pensión contributiva de jubilación en España requiere, como norma general, haber cotizado al menos 15 años, de los cuales al menos dos deben estar dentro de los 15 años inmediatamente anteriores a la jubilación. Por tanto, si has cotizado menos de 12 años, no puedes acceder a la pensión contributiva ordinaria, ya que no alcanzas el mínimo exigido.
No obstante, si has trabajado y cotizado aunque sea por periodos breves, tus cotizaciones no se pierden. Estas pueden tenerse en cuenta para otras prestaciones o para acceder a una jubilación en otro país de la Unión Europea si has trabajado allí. Además, puedes beneficiarte del convenio especial con la Seguridad Social para seguir cotizando de forma voluntaria y alcanzar los años necesarios.
Si no se cumplen los requisitos mínimos para la pensión contributiva, la alternativa principal es la pensión no contributiva de jubilación, gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y las comunidades autónomas.
¿Qué es una pensión no contributiva?
La pensión no contributiva de jubilación está destinada a personas mayores de 65 años que no han cotizado lo suficiente para una pensión contributiva o que directamente no han cotizado nunca. Para acceder a ella, es necesario cumplir varios requisitos: residir legalmente en España durante al menos diez años, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud, y acreditar una situación de carencia de ingresos.
En 2025, la cuantía íntegra anual de la pensión no contributiva de jubilación es de 7.905,80, lo que equivale a 564,70 euros al mes en 14 pagas. Esta cantidad puede verse reducida si la persona convive con familiares o si sus ingresos superan ciertos límites establecidos por el IMSERSO. Además, existen complementos por necesidad de vivienda o por discapacidad.
La pensión no contributiva no requiere un mínimo de años cotizados, por lo que es una alternativa real para quienes no llegan a los 15 años de cotización. Aunque la cuantía es inferior a la pensión contributiva, garantiza una fuente de ingresos básica en la vejez. Esta y otras ayudas las desgranamos en nuestra sección de prestaciones.