Una pregunta de hace un cuarto de siglo sobre los campos magnéticos más grandes del universo ha captado la atención de todos. Los científicos informan de que estos desconcertantes campos se desarrollan alrededor de estrellas muertas de una manera que hasta ahora solo se especulaba.
Según el Dr. Andrey Igoshev, investigador principal de la Universidad de Leeds, sus nuevas simulaciones han resuelto debates que se han prolongado durante 25 años. El equipo se centró en el nacimiento y crecimiento de una estrella de neutrones, que es un núcleo estelar compacto que puede permanecer después del colapso de una estrella masiva.
Por qué los magnetares llaman nuestra atención
Una estrella magnética es una estrella de neutrones con un campo magnético que puede alcanzar miles de millones de veces la fuerza de lo que experimentamos en la Tierra. Se sabe que estas condiciones tan extremas provocan ráfagas de radiación de rayos X que desafían las explicaciones simples, lo que lleva a los astrónomos a buscar cualquier pista que puedan encontrar para explicar cómo estos extraños objetos permanecen tan activos.
Algunas estrellas magnéticas muestran campos dipolares en un rango más bajo, pero aun así, muestran las mismas llamaradas dramáticas. Esto planteó una pregunta importante sobre por qué los llamados magnetares de baja intensidad comparten sorprendentes similitudes con los que tienen campos dipolares más fuertes.
Cómo la lluvia de supernova acelera la estrella
Cuando una estrella masiva se queda sin combustible, colapsa y expulsa material hacia afuera, dejando atrás un núcleo diminuto y giratorio. Una fracción de esa materia regresa en un proceso llamado retroceso de material, y esta masa entrante hace girar la estrella más rápido de lo que los investigadores esperaban.
El grupo descubrió que este giro más rápido desempeña un papel importante en el aumento de las estructuras magnéticas ocultas. Esta conclusión relaciona los efectos secundarios de una supernova con el comportamiento posterior de una estrella, resolviendo cuestiones de larga data sobre el momento de la generación del campo.
Un mecanismo llamado dinamo de Tayler-Spruit implica una rotación diferencial que desencadena inestabilidades magnéticas en el interior caliente y denso. Se propuso originalmente hace años, pero nunca se había confirmado plenamente como el motor de ciertas configuraciones de campo.
“Se pueden producir magnetares de baja intensidad como resultado de una dínamo Tayler-Spruit dentro de una protoestrella de neutrones”, escribió el Dr. Igoshev, en el estudio publicado. Sus palabras apuntan a una ruta distinta para generar grandes campos magnéticos en estrellas que no exhiben las clásicas señales de dipolo externo ultrafuerte.
El poder de atracción de las estrellas de baja intensidad
“Las observaciones de rayos X muestran que, en dos casos, los magnetares de baja intensidad tienen campos magnéticos a pequeña escala entre 10 y 100 veces más fuertes que sus campos dipolares”, añadió el Dr. Igoshev. Las observaciones revelan que ciertas estrellas de neutrones siguen emitiendo ráfagas como sus parientes más poderosos.
Objetos como SGR 0418+5729 y Swift J1882.3-1606 confirman que una lectura externa del campo de la estrella no siempre coincide con su realidad interna. Los destellos de alta energía observados en estos objetos subrayan como campos menos evidentes pueden desencadenar acontecimientos sorprendentes.
Los investigadores creen que estos hallazgos añaden contexto a los modelos de remanentes de supernova y a las enormes erupciones que a veces muestran las estrellas de neutrones. El papel de las dinamos de protoestrellas de neutrones va más allá de las teorías estándar, vinculando las condiciones de retroceso a fenómenos posteriores que desafían las explicaciones fáciles.
Este enfoque también podría aclarar la enorme liberación de energía en ciertas explosiones de rayos gamma. Cada paso adelante revela formas en que los campos intensos aparecen o persisten, incluso después de que una estrella aparentemente se haya calmado.
Mirando hacia el futuro
Los nuevos datos de los próximos observatorios pueden confirmar cómo se forman estas redes magnéticas profundas y alimentan el comportamiento energético. Cuanto mejor cartografiemos el núcleo de una estrella, más cerca estaremos de predecir cuáles son susceptibles de desencadenar erupciones importantes. Es un recordatorio de que las condiciones justo después de una supernova pueden decidir lo que vemos a miles de millones de kilómetros de distancia. En nuestra sección de actualidad puedes encontrar otros artículos científicos que puede ser de tu interés.