El Reino Unido confirma por primera vez casos de silicosis en operarios que manipulaban encimeras de piedra artificial, también conocidas como cuarzo o aglomerados de sílice. Los ocho trabajadores británicos presentan una media de edad de 34 años y su exposición acumulada al polvo fue de alrededor de 12,5 años. Esta enfermedad pulmonar grave, que antes se había notificado en España, Israel, Italia, China, Estados Unidos, Bélgica y Australia, pone en el punto de mira a la industria de la piedra artificial, incluido el mayor fabricante español, Cosentino, cuyos productos se comercializan en todo el mundo.
La situación sanitaria de la silicosis en trabajadores de encimeras de piedra artificial en Europa
Aunque la silicosis es una dolencia reconocida desde hace décadas, el incremento de casos asociados a la piedra artificial ha generado preocupación sanitaria a nivel internacional. Según los datos recientemente publicados en la revista Thorax, los afectados del Reino Unido se dedicaban a cortar y pulir encimeras en pequeñas empresas, con menos de diez empleados y controles insuficientes del polvo suspendido en el aire.
Este polvo es rico en sílice cristalina frecuentemente por encima del 90% en la piedra artificial y se produce durante las fases de manipulación, sobre todo al cortar en seco o al lijar sin agua. Al inhalarse, las partículas finas de sílice pueden incrustarse en el tejido pulmonar, provocando lesiones irreversibles y aumentando el riesgo de enfermedades como silicosis, tuberculosis o infecciones por micobacterias no tuberculosas.
La alerta oficial sobre la prohibición de encimeras con alto contenido de sílice en Reino Unido y Australia
A raíz de estos ocho nuevos diagnósticos, médicos y expertos instan a que el Reino Unido y el resto de Europa sigan el ejemplo de Australia, donde desde el pasado 1 de julio de 2024 quedó prohibida la fabricación y el uso de encimeras con alto porcentaje de sílice. Aunque la instalación de encimeras ya fabricadas no supone, en principio, un riesgo para el consumidor, el proceso de corte y pulido sí genera un polvo fino peligroso.
En España, se han contabilizado al menos 1.856 trabajadores con silicosis entre 2007 y 2019, de acuerdo con datos del sistema CEPROSS. Además, han trascendido sentencias contra el fabricante español Cosentino por no advertir del peligro a operarios de marmolerías; la compañía argumenta que sus materiales son seguros si se siguen las medidas de prevención adecuadas y subraya que ha reducido el contenido de sílice en sus nuevos productos.
El análisis de los expertos sobre la silicosis en encimeras de cuarzo y la necesidad de una prohibición inmediata
Estudios recientes revisados en varias publicaciones médicas apuntan a que reducir la exposición acumulada a la sílice cristalina de 4 mg/m³ a 2 mg/m³ disminuiría casi a la mitad el riesgo de silicosis. Para lograrlo, los investigadores proponen prohibir de forma progresiva los productos con más de un 30% de sílice y, en cinco años, fijar ese umbral en el 5%. Por otro lado, destaca el perfil vulnerable de la mayoría de estos empleados: plantillas pequeñas, con poca formación en salud laboral y, en ocasiones, con una amplia presencia de mano de obra inmigrante que desconoce los riesgos o tiene barreras idiomáticas para acceder a información y atención médica.
La silicosis por piedra artificial se compara con otras crisis sanitarias vinculadas al polvo industrial, como los casos de asbestosis por amianto. La silicosis no es un problema nuevo, lo distintivo radica en la gravedad y rapidez de progreso con la piedra aglomerada. Mientras el mármol contiene cerca de un 3% de sílice y el granito ronda el 30%, las encimeras artificiales suelen superar el 90%, multiplicando el riesgo. Cristina Martínez, especialista en enfermedades respiratorias, recuerda que los primeros casos españoles fueron detectados hace más de una década: “Esto refuerza la urgencia de establecer un registro nacional y evaluar qué medidas reales de prevención se están adoptando en la industria”.