El origen oficial de las chuches se remonta a hace más de 5000 años, cuando los egipcios usaban pequeños dulces en las ceremonias de adoración a los dioses. Estos dulces se creaban añadiendo miel para dulcificar higos, nueces y dátiles, como ya hacían los griegos que utilizaban la miel de las abejas para preparar frutas endulzadas. Aunque, según investigaciones, hoy se intuye que el hombre de las cavernas ya elaboraba dulces con miel, que secaban para formar “caramelos”. Pero si hablamos de como los conocemos hoy, se inventaron en el siglo XVII en Italia, cuando los pasteleros crearon una mezcla de leche con azúcar conocida como “caramella”, que significa dulce en italiano.
¿Es real el mito de las chuches?
En primer lugar, vamos con la hilarante idea que dice que están hechas con petróleo. Y, evidentemente, no es cierto. Es tan simple como preguntarse, ¿qué efectos nocivos tiene el petróleo? Causa irritación en la piel, ojos y parte superior del tracto respiratorio. Mayores exposiciones pueden producir depresión, dolores de cabeza, vértigo y náuseas. Es considerado cancerígeno para el ser humano y no existe ningún nivel de seguridad conocido. Por lo tanto, sería imposible que pudiéramos estar comiendo chuches hechas con petróleo. No vamos a extendernos más tiempo en este mito, ya que es absurdo darle la menor importancia.
Y en segundo y último lugar, hablemos del otro mito que dice que están hechas con huesos de animales. Pues contra todo pronóstico, es una realidad. La mayoría de las chuches están hechas con gelatina. Y esta se extrae a partir del colágeno, que es una proteína presente en el tejido conectivo, los huesos y la piel de los animales. Y aunque hay distintos tipos de gelatina, para estos “dulces” se usa concretamente los huesos de vacas y cerdos y la piel de estos últimos. La primera impresión puede ser chocante, pero es algo muy habitual el uso de este tipo de gelatinas, aunque también es cierto, que se está poniendo de moda el agar-agar, que se extrae de las algas, para que los veganos también puedan disfrutarlas.
¿Cuándo se inventaron los chicles?
Los chicles se remontan a la época prehispánica, cuando los aztecas y los mayas comían una mezcla de goma de árbol con chile y pimienta. A principios del siglo XIX, los comerciantes de México comenzaron a vender una mezcla de goma de árbol y azúcar como un dulce. Esta mezcla se conoció como «chicle». Tendemos a pensar que todos estos productos, como muchos otros, son recientes y que los hemos inventado nosotros, pero estamos muy alejados de la realidad.
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