En estos últimos días, hemos recibido la noticia de una creciente actividad volcánica, que en principio no sería nada fuera de lo común. Pero en este caso, podríamos decir que es algo anómalo, por haber entrado en erupción volcanes casi simultáneamente, en dos países distintos, y con una fiereza descomunal. Estamos hablando del Etna, ubicado en Sicilia (Italia), y del Svartsengi, ubicado en la provincia de Reykjanes (Islandia). Este último llevaba inactivo 800 años, lo que ha hecho saltar todas las alarmas. A continuación vamos a proceder a explicar las posibles causas, así como sus consecuencias.
Actividad volcánica en Islandia
Para comprender la “gravedad” del asunto, es necesario saber los promedios de actividad que suelen tener en esa zona. La norma era que erupcionaron cada 3 o 4 años, sin embargo, ahora lo hace casi cada mes. El volcán, que ha entrado en erupción cinco veces desde diciembre, ha obligado a evacuar el pueblo pesquero de Grindavík, que quedó partido en dos por culpa de la lava, así como el cercano balneario geotermal Blue Lagoon. No queremos actuar como voceros de los catastrofistas, pero parece que la tierra nos esté mandando señales. En estos momentos se me viene a la mente la película “2012”, exagerando muchísimo. Aunque los científicos coinciden en que estas erupciones actuales se debe al movimiento de las placas tectónicas, desconocen cómo se almacena o viaja el magma bajo tierra.
¿Qué problemas ha causado el volcán Etna en Italia?
El pasado domingo, el Etna volvió a rugir con fuerza. La gran erupción trajo consigo una gran lluvia de ceniza, causando grandes problemas, como el cierre del aeropuerto de Catania. Pero, para colmo, no solo este volcán se ha activado, a 180 kilómetros de distancia, el Stromboli, también decidió hacer acto de presencia, soltando lava y cenizas desde julio, ininterrumpidamente. Volviendo al Etna, este tiene 3.324 metros (casi 11.000 pies), es el volcán activo más alto de Europa y ha entrado en erupción con frecuencia en los últimos 500.000 años. No hay que olvidar, que en el año 2018, una erupción de este, causó 150 pequeños terremotos, siendo el de mayor fuerza uno de 4,3 en la escala Richter. Esto también tiene alerta a las autoridades, porque un volcán puede traer consecuencias devastadoras, como en el caso de Indonesia, que por culpa de una erupción, se creó un tsunami que dejó 429 muertos y 1.400 heridos.
Consecuencias de esta creciente actividad volcánica
A muchos científicos les preocupa sobremanera lo que pueda suceder en un futuro cercano. Desde el verano de 2023 se han registrado varios terremotos leves en la región, lo que provocó temor por una posible erupción catastrófica. Una explosión que recuerda a la del Vesubio, que destruyó la ciudad de Pompeya en el año 79. Y si retrocedemos más en la historia, hace unos 20000 años, a raíz de dos violentas erupciones, se vivió un invierno volcánico. No fue la única vez que se ha vivido, la extinción masiva más grave de los últimos 500 millones de años tuvo lugar a finales del Pérmico, por culpa de un invierno de este tipo. En ella, desaparecieron aproximadamente el 70% de las especies terrestres y un 95% de las especies marinas. Con todos estos datos, la comunidad científica se ha puesto manos a la obra, para poder vislumbrar los posibles escenarios a los que nos enfrentaríamos.
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