¿Te suena aquello de pasar por la Gran Vía y, de repente, topar con algo que no encaja del todo? Pues prepárate, porque en plena plaza del Carmen un caballo de bronce de más de seis metros se dispone a “levitar” sobre los viandantes. Detrás de la pieza, bautizada El rumor de la discordia, asoman el renombre del artista mexicano Gonzalo Lebrija y la billetera del hotel de cinco estrellas Thompson. El Ayuntamiento aplaude la “colaboración público‑privada”, mientras los vecinos resoplan al recordar la tala de 59 árboles y un parking que cuesta un ojo de la cara. Y es que, cuando el arte se mezcla con la contabilidad, rara vez salen las cuentas sin polémica. Por eso, si frecuentas la zona, conviene saber qué se ha instalado, quién lo paga y, sobre todo, cuánto te va a costar a ti todo este despliegue.
¿Qué es «El rumor de la discordia» y por qué llama tanto la atención?
La escultura reproduce un caballo que parece flotar, suspendido únicamente por su lomo. El animal mide 1,90 metros de alto por 2,50 metros de largo y reposa sobre un pedestal de hormigón de 4,4 metros, lo que eleva el conjunto por encima de los seis metros totales. Lebrija reinterpreta así las clásicas estatuas ecuestres: ni héroes militares ni medallas, solo una invitación a reflexionar sobre certezas que se tambalean.
El propio artista explica que los caballos han simbolizado triunfos bélicos, pero este ejemplar prefiere cuestionar, no celebrar. En sus palabras, el planeta atraviesa “una etapa de reflexión”, y la pieza pretende interpelar al transeúnte sobre el rumbo colectivo.
¿Quién paga la fiesta y cuánto tiempo se quedará la obra?
El hotel Thompson, inaugurado tras unir varios edificios de la calle Montera y sumar 173 habitaciones, cede la escultura durante 15 años prorrogables. La delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, lo vende como un ejemplo de la “apuesta por la colaboración público‑privada” del gobierno de José Luis Martínez‑Almeida. Traducción libre: el sector privado gana visibilidad en espacios públicos sin abonar una tasa de alquiler.
Mientras tanto, la reforma de la plaza (también financiada y diseñada por la empresa propietaria del hotel) refuerza el vínculo entre negocio y calle. El plan fue aceptado como “donación” municipal, aunque incluía jugosas ventajas para la cadena.
¿Por qué la reforma de la plaza del Carmen se ha convertido en un campo de batalla vecinal?
En 2022 salió a la luz que el área de Movilidad había incorporado al proyecto un túnel adicional a petición del hotel. Aquello añadió 136.000 euros al presupuesto y facilitó el acceso directo entre el aparcamiento público y el garaje privado del establecimiento.
- Túnel de 5 metros de anchura en la planta ‑1 (136.000 € de sobrecoste).
- Paso interno entre el parking municipal y el garaje del Thompson.
- Rotonda ornamental para dejar a los clientes en la puerta y, de paso, sostener la escultura.
- Franja sin árboles ni parterres reservada para la terraza del hotel.
Según Alonso Díaz Etienne, CEO de Exacorp One, “buscábamos que con esto ganáramos todos: el hotel y los turistas, por supuesto, pero también los vecinos”. Sin embargo, la llamada Asociación de Amigos de la Plaza del Carmen (presidida y vice‑presidida por empleados del propio grupo hotelero) respaldó en 2019 un diseño que sacrificó 59 árboles, muchos de gran porte, para abrir paso al hormigón.
¿Cuánto cuesta aparcar y qué opinan los vecinos?
El nuevo aparcamiento funciona desde hace semanas y ofrece abonos para residentes a un mínimo de 160 euros al mes (si firmas por cinco años). Para hacerse una idea: el parking municipal de plaza Luna, a escasos 400 metros, cuesta 70 euros al mes y el de la plaza de las Cortes apenas 1 euro. Con esos precios, no extraña que más de un conductor suelte una carcajada nerviosa al pasar la barrera: el caballo de Lebrija parece flotar; tu presupuesto, no tanto. Los vecinos denuncian que el Ayuntamiento eligió la tarifa más alta entre todas las propuestas presentadas. Además, temen que la rotonda y la terraza refuercen el tráfico privado donde antes había tránsito peatonal.
Si paseas por la plaza del Carmen y quieres admirar la escultura sin sobresaltos, busca el ángulo opuesto a la rotonda: evitarás el vaivén de taxis que se acercan a la puerta del hotel. En segundo lugar, si necesitas plaza de garaje, compara precios: la opción de 160 euros puede arruinarte el mes y, por 70 euros, tienes alternativas a tiro de piedra. Por último, si eres de los que echan de menos la sombra de los viejos plátanos, recuerda que aún quedan espacios arbolados en la cercana plaza de la Luna; una bocanada verde frente al nuevo paisaje de hormigón.
En definitiva, arte hay, polémica también y, como siempre en Madrid, la última palabra la tienes tú cuando decides dónde pisas, dónde aparcas y en qué caballo (o rotonda) apuestas tu dinero.